A partir de la década de 1850, las reformas de Haussmann transformaron las calles y la estructura de París.
El barrio de la Pequeña Polonia se rediseñó en torno a la construcción de la Plaza de Europa. Para Napoleón III, el cruce entre los bulevares Malesherbes y Haussmann parecía un lugar perfecto para construir un impresionante lugar de culto que albergara su entierro y el de los príncipes de su familia.
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El destino fue otro y Napoleón III nunca fue enterrado en París: murió en el exilio en Inglaterra, donde fue enterrado en 1873.
La iglesia fue construida en 11 años (1860-1871) por Victor Baltard el mismo que hizo «Les Halles».
Las medidas de esta iglesia son impresionantes: 100 metros de longitud, una cúpula de 25 metros de diámetro y 80 metros de altura.
El estilo de la iglesia de San Agustín es una mezcla de románico, especialmente en la nave, y bizantino en el coro y la cúpula.
La particularidad de esta iglesia es su armazón de metal, la primera de este tipo. Esta es visible en los bordes de las bóvedas y en la parte superior de las columnas.
El metal era un material muy de moda en la época, que también se utilizaba en la construcción de estaciones de tren. Por lo tanto no tiene nada que ver con lugares como el Sagrado Corazón o de la Iglesia de Notre-Dame, hechas con materiales más nobles y de estructuras más clásicas.
Para renovar la iglesia de San Agustín se ha necesitado un presupuesto de 4,2 millones de euros.
Financiada por el Ayuntamiento de París y el Ministerio de Cultura, así como por un gran anuncio instalado en la fachada durante las obras.
Esta última renovación permite volver a descubrir todas las cualidades de esta iglesia tan a menudo despreciada por los parisinos.
