Barrio Latino
Atractivo Turistico
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Llegas pronto a parís ?
Un paseo por las pequeñas calles de esta zona te va a maravillar así que ni lo pienses y agéndalo en tus planes de visita.
El barrio judío de Paris del barrio le Marais, es uno de los barrios más animados de la ciudad en pleno centro de Paris.
No dudes en probar un falafel en uno de los numerosos comercios que proponen comida rápida (l’as du falafel), entrar en una de las panaderías tipicas (Korcarz) que ofrecen especializades como los bagels, baklavas y strudels o pasar por delante de la increíble sinagoga de estílo art nouveau, Agoudas Hakehilos.
El barrio judío de Paris o Pletzl (pequeña plaza) se articula alrededor de la rue des rosiers y es un barrio muy animado y pintoresco del centro de la ciudad, dentro del barrio del Marais.
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Con 300.000 miembros, la comunidad judía de París es la más fuerte de Europa.
La historia de los judíos parisinos es complicada, a su vez aceptados y luego despojados y expulsados de la ciudad por los reyes de Francia y luego perseguidos durante la segunda guerra mundial. Su presencia en el conocido barrio del Marais se remonta al menos a la Edad Media.
Ya en el siglo I a.C., la comunidad judía se asentó en la cuenca parisina durante las conquistas romanas.
En el siglo XIII, se establecieron en el Marais (3º y 4º distritos hoy en día) donde vivían hasta que se decidieron las expulsiones de 1306.
La palabra Pletzl proviene de la palabra yiddish «pequeña plaza». La ubicación exacta de esta plaza no queda clara, algunos la sitúan en la ubicación de la estación de metro de Saint Paul, otros en la intersección de la rue des Rosiers y la rue Ferdinand Duval.
La rue des Rosiers es sin duda alguna el centro del barrio donde se juntan, panaderías, carnicerías y negocios de todo tipo.
París siempre fue un importante centro de la cultura judía y el rabinato de París fue particularmente influyente en esta comunidad a nivel mundial.
La ciudad fue el hogar de muchos intelectuales y personalidades judías.
Durante mucho tiempo la implantación de los judíos en Francia dependió únicamente de la buena voluntad real.
Las expulsiones eran frecuentes bajo el antiguo régimen y no fue hasta la Revolución y Napoleón que pudieron finalmente obtener libertades civiles y religiosas.